LA PATERNIDAD QUE FORMÓ A JESUS Parte 3. Una Paternidad Que Promueve La Disciplina.

LA PATERNIDAD QUE FORMÓ A JESUS Parte 3.
Una Paternidad Que Promueve La Disciplina.
 
La disciplina implica la sujeción y coordinación del comportamiento y de las actitudes personales para obedecer un código de ética, una regla o una norma establecida.
 
Como familia nos distinguen nuestras normas”, que, aunque no están escritas en un papel guían el comportamiento de nuestra familia, especialmente de nuestros hijos.
 
Una Norma Es: Un Principio que se impone o se adopta para dirigir la conducta, la correcta realización de una acción o el correcto desarrollo de una actividad.
 
Las normas de nuestra familia se modelan por medio del comportamiento diario de nuestros hijos; En otras palabras, lo que hacemos durante nuestro día expresan las normas que nos rigen. Nuestras normas determinan nuestro comportamiento ante una determinada situación.
 
Por Ejemplo:
Si los hijos en casa son libres de hacer lo que quieran, cuando estén en cualquier otro entorno ellos buscaran esa libertad, si los hijos son indisciplinados en casa, por norma, ellos serán indisciplinados en cualquier lugar. El comportamiento de cada individuo fuera de su familia muestra las normas y disciplina que hay dentro de ella.
  
Tus defectos como hijo son mi fracaso como padre.
Richard Harris.
 
El comportamiento fuera del núcleo familiar no es muy diferente a lo que pasa dentro de una familia, Debemos entender que la disciplina que promovemos hoy se trasformará en normas de vida que guiarán a nuestros hijos en su edad adulta; La disciplina es uno de los temas más importantes de la salud familiar pues es mediante ella que definimos la conducta y el comportamiento de nuestros hijos. Donde hay una sana disciplina, habrá adultos responsables.
 
El error más común que se comete dentro de esta área es pensar que el niño no tiene la capacidad de ejercer responsabilidad a edad temprana, Un día alguien me preguntó ¿A qué edad podemos comenzar a disciplinar a nuestros hijos? Mi respuesta fue ¡Desde que está en el vientre de su madre! No esperemos a que pasen los años, ellos tienen la capacidad de comprender lo que se espera de ellos si con sabiduría nos disponemos a guiar su conducta desde pequeños. De hecho, la edad más adecuada para enseñar una sana disciplina es de los 0 a los 9 años, esta etapa define la vida de nuestros hijos porque ahí se forman los valores que tienen que ver con su identidad, hasta esta edad la voluntad del niño es más dócil lo cual hará nuestra labor más simple.  Así que aprovechemos esta etapa de mayor influencia para transmitir amor y enseñar disciplina.
 
Al leer la siguiente porción pongamos mucha atención en el comportamiento de Jesús a la edad de 12 años:
 
Lucas 2:41-52
43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. 44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. 46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.
 
Las fiestas habían terminado, era tiempo de partir y regresar a casa, sin embargo, el niño Jesús, a sus 12 años, ocupado de aprender más acerca de Dios decidió no unirse a la caravana de regreso y permaneció en Jerusalén. ¿Cómo fue que sus padres pasaron esto desapercibido?  La respuesta la encontramos en el contexto cultural de su época. La forma de viajar en ese tiempo era en grupos que entre más grandes fueran se volvían más seguros, al viajar de esta manera podían cuidar unos de otros y solucionar cualquier problema que surgiera en el camino. Las caravanas se dividían en grupos, en los primeros grupos iban las mujeres y los niños pequeños, ellos se adelantaban debido a que su caminar era más lento y tendrían más necesidad de descansar, mientras tanto los hombres hacían los preparativos, cargaban sus animales con sus pertenencias y más tarde salían en un segundo grupo; Normalmente, al atardecer el segundo grupo alcanzaba a los primeros en lugares donde juntos descansarían y pasarían la noche.
 
Por otro lado, Jesús estaba asumiendo su responsabilidad como un adulto según su cultura, En la tradición judía el niño entre los 12 y 13 años era considerado completamente un adulto responsable delante de Dios y de su sociedad; Consiente de esto, Jesús establece sus prioridades, lo cual, no fue regresar a casa, sino permanecer en Jerusalén donde estaban los maestros de la ley de mayor reconocimiento.  
 
Lucas es claro al decir que el problema fue que José y María pensaron que estaría en la compañía, ¡El distraído no fue Jesús, sino sus padres que no corroboraron que su hijo no iba en el grupo! José quizás asumió que Jesús estaba con María y viceversa; Fue así que viajaron durante el primer día, probablemente José y María la noche del primer día durmieron tranquilos suponiendo que estaba en algún otro grupo donde estaban sus amigos y familiares pues confiaban en la responsabilidad de Jesús como adulto, fue hasta que descubrieron que Jesús no iba en la caravana que vieron la necesidad de regresar, el regreso inesperado les tomo tiempo,  por eso fue tres días después que al regresar a Jerusalén encontraron a Jesús en el templo.
 
Lo que debe llamar nuestra atención es el comportamiento de Jesús:
Al encontrarlo, no está en crisis, tampoco angustiado por que sus padres lo habían dejado solo, Jesús está actuando como un adulto judío responsable, de hecho, está actuando como un adulto ejemplar. Lucas escribe:
 
46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.
 
Sentado en medio de los doctores de la Ley.
“Jesús está sentado en medio de los doctores de la ley” Tradicionalmente, los doctores de la ley estaban en el templo, a ellos acudían las personas para aprender, la dinámica de enseñanza comúnmente usada era el hacer preguntas, el maestro en turno se sentaba en medio y la gente venía para participar en la retroalimentación que daba pie a la enseñanza. Las personas preguntaban y el maestro de la ley contestaba, el método de enseñanza más común era un método inductivo, el maestro hacia una mejor pregunta para hacer reflexionar en la razón más profunda sobre el tema tratado, un maestro sabio respondía con sabias preguntas, Se requería un nivel de conocimiento y madurez muy alto para poder contestar cualquier pregunta con sabiduría. Jesús no está rodeado por gente común, son los maestros de la ley quienes están haciendo preguntas, Jesús con madurez demuestra su capacidad de entender la voluntad de Dios.
 
Jesús había crecido bajo una paternidad que le permitía funcionar como un adulto responsable a sus 12 años; El éxito de nuestra paternidad se manifiesta en la responsabilidad de nuestros hijos. Una forma de saber si la disciplina en nuestro hogar es adecuada es ver si nuestros hijos actúan con responsabilidad, un niño responsable será un adulto maduro. Mientras muchos piensan que el niño debe experimentar felicidad y libertades, la biblia nos habla constantemente de la importancia de que nuestros hijos respondan con madurez y responsabilidad y eso solo sucede cuando tomamos nuestra responsabilidad de promover la sana disciplina en nuestra familia. ¡Esto es un gran reto para todos los que somos padres!
 
La Disciplina En Amor Forma El Carácter.
No olvidemos que la disciplina en amor formará el carácter de nuestros hijos. La importancia tras la disciplina es que a través de ella se forma el carácter de nuestros hijos. ¿Cómo podemos esperar que nuestros hijos sean adultos maduros, comprometidos y responsables en todas las áreas de su vida? La respuesta es: Enseñándoles a responder de esa misma manera desde que son pequeños mediante una sana disciplina.
 
Detengámonos y preguntémonos.
¿Cómo padre soy yo un ejemplo de responsabilidad y disciplina para la vida de mis hijos?
¿Promuevo efectivamente la responsabilidad y disciplina en la vida de mis hijos?
Si no es así, ¿Qué cambios me comprometo a hacer hoy para formar a mis hijos como adultos maduros y responsables?
 
Tus defectos como hijo son mi fracaso como padre.
Richard Harris

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Comunidad Cristiana Palabra De Vida
Pastor: Jacob Isaí Hernández


Comentarios

  1. Una vez nos reitera que la disciplina a la manera de Dios es de gran bendición para él desarrollo de nuestros hijos. Excelente mensaje, Dios nos llene de sabiduría para guiar a nuestros hijos a la manera de Dios.

    Bendiciones

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