LA PATERNIDAD QUE FORMÓ A JESUS Parte 4.
Una Paternidad Que
Transmite Un Propósito.
Muchos jóvenes, al llegar a la
edad adulta, les resulta difícil saber qué es lo que quieren hacer el resto de
su vida, muchos de ellos entran en grandes crisis al no saber que quieren estudiar, que profesión quieren ejercer, con quien deben de casarse o incluso
no están seguros de querer hacerlo; Otros tantos, confundidos toman elecciones
equivocadas que terminan afectando su vida de manera considerable al elegir precipitadamente
o por razones equivocadas lo que harán por el resto de su vida. Deciden estudiar una carrera que no les
agrada, ejercer un trabajo que no va con su personalidad, casarse
apresuradamente, etc.
El principal factor
influyente en la toma de decisiones es nuestra “Identidad”; Lo que soy debe
definir lo que hago y no viceversa ¡Una persona que no sabe quién es, no sabrá
que deben hacer!
Propósito:
Tiene que ver con lo que
soy, adquirimos propósito de nuestra identidad más que de nuestros deseos o aspiraciones ya que estos pueden estar influidos por necesidades no resueltas.
Lo más común es ver en la vida a personas tratando de tener un propósito al
llenar sus necesidades, las cuales no fueron satisfechas en su edad temprana.
La
Historia De Rogelio.
Rogelio había graduado con
honores su carrera en administración de empresas, se había destacado por sus
esfuerzos y sus excelentes calificaciones; Como estudiante distinguido, Dios le
había abierto puertas y a temprana edad había alcanzado estabilidad económica y
estaba administrando un gran negocio. Su popularidad lo había vuelto el centro
de atracción de varias mujeres que lo consideraban un excelente partido para
formar una familia.
Conoció a Jimena dentro de la
Iglesia, una joven muy atractiva, proveniente de una familia emprendedora, su
noviazgo se prolongó por 5 años, cuando todos pensábamos que estaban en la
mejor etapa de su vida para contraer matrimonio, al tocar el tema la respuesta
de Rogelio siempre era _ ¡Ya llegará el tiempo! Era inevitable darnos cuenta que
su relación con Jimena constantemente estaba en conflicto, pues frecuentemente
al terminar alguno de nuestros servicios, veía a lo lejos a mi esposa abrazando
a Jimena mientras le rodaban las lágrimas por sus mejillas.
El problema más común era que
Rogelio carecía de tiempo para Jimena pues vivía absorbido por tantas responsabilidades.
En la Iglesia Rogelio participaba en diferentes ministerios, uno de ellos la
administración, siempre que hablaba con él, una lluvia de ideas había en su
cabeza acerca de cómo hacer crecer el potencial financiero e invertir mejor los
recursos de la Iglesia.
Una noche, sonó el teléfono
de casa, la llamada era para mi esposa, del otro lado, una voz quebrada después
de un llanto prolongado busca ser escuchada; Era Jimena quien al parecer vivía
una crisis más. Después de varios minutos mi esposa volteo hacia mí y me dijo _Creo
que necesitas buscar a Rogelio, está muy molesto y Jimena teme por él. Me
explicó que habían discutido acaloradamente y él había subido a su carro
amenazando con atentar contra su vida.
Me senté en mi escritorio e
intenté llamarle, evidentemente no me contesto, mande varios mensajes de texto
pidiéndole la oportunidad de orar juntos, explicándole que todo estaría bien y
asegurándole que esa situación seria usada por Dios para algo bueno. Pero no
tuve respuesta. Oré pidiendo a Dios que tomara el control del corazon de Rogelio
en esa situación y la usara para perfeccionar su vida y relación con Jimena.
Fue al siguiente día que
Rogelio toco a la puerta de nuestra casa, _Gracias por sus mensajes de anoche,
de no haber sido por ellos hoy no estaría yo aquí. Me dijo con voz baja. Lo abracé
y le invité a pasar a mi oficina, había sido una noche difícil así que le permití
hablar.
_ ¡Odio mi vida! Me dijo.
Todo el tiempo me he esforzado por ser alguien haciendo mil cosas que no me gustan.
Y ¿Para qué? Lo que hago a nadie le importa, ¡siento que de nada sirve todo mi
esfuerzo! Y si a nadie le importa lo que soy y lo que hago, entonces ¿Qué
sentido tiene vivir?
Rogelio estaba confundido
tras una crisis que había confrontado su vida en torno a su propósito, al
hablar con él descubrí que estaba tratando de encontrar un propósito en todo lo
que hacía, sin embargo, todo lo que hacía era resultado de querer demostrar su
capacidad para realizar las cosas con excelencia, esta era una necesidad que
había en su corazon, necesidad que no había sido satisfecha desde su infancia.
Rogelio había crecido con un
padre rígido, estricto en sobremanera, quien había sufrido escases en su
infancia y con mucho esfuerzo había logrado formar una empresa concesionaria en
construcción de obras públicas, una empresa destacada y popular de nuestra región,
su padre era caracterizado por su ardua labor y un carácter fuerte que rayaba
en la prepotencia. Una frase celebre salía siempre de su boca: “Se puede hacer
mejor”. Como constructor de obras públicas esta frase le abrió muchas puertas,
pero como padre, provocó grandes heridas en su hijo, que creció experimentada
falta de aceptación de parte de su padre, por lo tanto, dedicaba su vida y su
esfuerzo para demostrar su valía a todo el mundo.
He conocido muchas personas
como Rogelio que han carecido de la aprobación de un padre, quienes no han sabido
reconocer el esfuerzo de sus hijos y para impulsarles, han hecho mucho énfasis
en señalar los errores o minimizar sus triunfos. Un carácter estricto, una voz
fuerte, la inflexibilidad, o la simple incapacidad de decir elogios y
felicitaciones tras cada esfuerzo en la vida, transmiten a nuestros hijos un
sentimiento de rechazo y de impotencia proveniente de la falta de aprobación.
_Si usted quiere obtener lo mejor de una
persona no deje de elogiarlo cada vez que hace algo bueno, si usted quiere
matar sus expectativas dígale que pudo haberlo hecho mejor… El elogio tras el
esfuerzo es uno de los mejores reforzadores para construir una sana autoestima.
Principio
De Psicología.
Como padres Dios nos llama a
guiar la vida de nuestros hijos en base a un propósito y para hacer esto necesitamos
ayudarles a conectar con su personalidad. Saber quiénes son en Dios les ayudará
a definir con mayor facilidad lo que tienen que hacer en esta vida.
Volvamos
y Pongamos Atención En La Historia De Jesús.
48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has
hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. 49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me
buscábais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Lucas 2:48-49
Jesús
Responde Con 2 Preguntas Que Dan Evidencia De Su Personalidad.
¿Por qué me
buscábais? Era un asunto de
responsabilidad basada en su identidad, Con estas palabras Jesús está
demostrando su capacidad de actuar como un adulto. La madurez tiene que ver con
la capacidad de ser autónomo e independiente. Pero también tiene que ver con
Identidad, al hacer esta pregunta Jesús está diciendo ¿Por qué me buscaban en
otro lado? ¿Acaso no saben que este es mi lugar?
¿No sabíais
que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
Esto tiene que ver con propósito;
“Lo que soy define lo que hago” Jesús sabía bien quien era por eso podía identificar
donde debía estar y lo que debía hacer, a los 12 años él sabía que era el hijo
de Dios, debía estar en los asuntos relacionados con Dios, por eso prefería permanecer
en Jerusalén, quería estar en el templo, entre los maestros de la ley y enseñándoles
a otros.
Jesús creció bajo una paternidad
que le enseñó a desarrollar su identidad y vivir con un propósito. Una de las
labores importantes dentro de la paternidad es guiar a nuestros hijos en base a
la identidad que Dios les ha dado, en nuestra relación con Dios adquirimos propósito,
la biblia muestra que Él tiene un propósito particular para cada uno de
nuestros hijos y su felicidad está ligado a ello. Esto nos llevará a orar para
que como padres podamos descubrir el propósito de nuestra familia en Cristo,
sin olvidar que de su relación con Dios ellos descubrirán su propósito y
nosotros estaremos ahí para impulsarles y apoyarles.
Hace algunos años conocí a
una familia donde todos eran panaderos, el padre lo había aprendido como un oficio,
la esposa que vivía separada de él era panadera, los 3 hijos ya casados y con
familia eran panaderos, ¡Esto era una gran bendición para mi pues en mi mesa no
faltaba el pan! Sin embargo, era evidente que, aunque todos aprendieron el
oficio de panaderos y lo hacían muy bien, entre todos ellos había uno que
simplemente lo hacía mejor y no solo hacia un buen pan, sino que se veía feliz
haciendo ese buen pan. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
No cometamos el error de
permitir que nuestros hijos inviertan su vida tratando de ser algo que no son, evitémosles
el dolor de la frustración, en lugar de eso, impulsémosles a tener una relación
autentica con Dios y a descubrir sus dones y talentos para que en base a ellos
descubran el propósito que Dios tiene para su vida.
Hagamos un alto para preguntarnos.
¿He descubierto el propósito
de Dios para mi vida?
¿Estoy viviendo en base a mi propósito?
¿Nuestra paternidad tiene
como fin guiar a nuestros hijos hacia los propósitos de Dios?
¿Qué necesito hacer hoy para
que esto sea una realidad en mi vida?
No conozco todas las claves del éxito, pero una clave del
fracaso es tratar de complacer a todo el mundo.
Rick Warren.
Hagamos que nuestros hijos vivan en base al propósito de Dios para sus vidas.
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Comunidad Cristiana Palabra De Vida
Pastor: Jacob Isaí Hernández
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