Prepara Tu
Cometa Para Volar Alto.
Serie Yo Y Mi Casa
¿Cómo ser buenos padres?
June Hunt dijo: “Los hijos son muy parecidos a una cometa (Papalote) de juguete, están hechos
para volar, pero necesitan la estabilidad de una cuerda”.
Nadie hace una cometa con la intensión de dejarla en el suelo, de la
misma manera, como padres, debemos entender que nuestros hijos no deben
permanecer en nuestro hogar protegidos posesivamente por nosotros; Por doloroso
que sea, Dios nos ha dado el papel de tirar de la cuerda para que nuestra
cometa vuele. Sin embargo ¡No somos nosotros la cuerda, solo tiramos de ella! Por
muy difícil y cambiantes que sean los vientos, nuestro papel es simplemente
tirar de la cuerda para que la cometa vuele y luego dejar la cuerda en manos de
Dios.
Pero ¿Qué significa esto?Usando la alegoría de la cometa, la cuerda seria aquello que le da estabilidad
a la vida de nuestros hijos; Su salud espiritual, su autonomía, su competencia,
su inteligencia emocional, su auto estima, es decir, todo aquello que le permitirá
mantener una vida estable, de modo que su estabilidad no dependa de nuestro
papel como padres.
¡No te conviertas en la cuerda!Uno de los errores que cometemos durante la crianza de los hijos es
sobre involucrarnos con ellos, nuestros propios temores e inseguridades los
llevan a ser dependientes de nosotros, por lo tanto, son incapaces de volar y desarrollar
todo el potencial que Dios ha puesto en ellos. Confundimos amor con sobre protección
y de esta manera trasmitimos a nuestros hijos todos nuestros malestares
emocionales, causándoles una carga tan pesada que les impide emprender el
vuelo.
La Historia De Elizabeth.Elizabeth fue la segunda hija de Mariana y Ezequiel, una joven simpática
pero muy tímida desde niña, hacia algunos meses que se había casado con Esteban,
y al parecer las crisis tras la adaptación a su matrimonio se habían salido de
control.
Cuando llego a consulta, estaba muy preocupada _ ¡Creo que la separación
es inevitable! Con lágrimas en sus ojos me dijo. _ ¿Que hace la situación tan difícil?
Pregunté. _ ¡Es que no siento que Esteban realmente me ame! Entre un suspiro y lágrimas
inmediatamente me contestó, podía ver el profundo dolor que había en su alma. _ ¿Qué te hace suponer eso? Continué indagando.
Después de un pequeño silesio necesario para que Elizabeth organizara sus ideas
me dijo:
_ Creo que Esteban no me comprende, realmente me esfuerzo por mantener
nuestro hogar bajo control, pero en ocasiones simplemente no es posible; él
quiere que yo cocine como lo hacía su madre, que planche su ropa como lo hacía
su madre, en fin, siento que no me quiere a mí, creo que pretende que yo sea su
madre, no le gusta mi comida, no le gusta como limpio la casa, se queja todo el
tiempo de la manera en que administro el dinero y la mayor parte del tiempo
ahora está enojado.
Elizabeth había sido hija única, una alegría para la vida de Mariana y
Ezequiel, sus padres, quien después de haber sufrido 2 abortos y haber
intentado con diferentes tratamientos médicos poder tener hijos, en un milagro extraordinario
Dios le había dado a Elizabeth. Desde el momento que llegó a sus vidas, Elizabeth
se volvió el centro de atención y al ser hija única la llenaron de regalos
diciendo que le darían todo lo que les hubiese gustado darles a los hijos que
no pudieron tener.
Mariana Y Ezequiel eran 2 excelentes profesionistas, la historia de
Mariana era un expediente más en mi archivador, venia de una familia acomodada,
sin embargo, había sufrido mucho en su infancia y adolescencia bajo el cuidado
de un padrastro rígido y maltratador quien había abusado de ella física y mentalmente.
Salir a estudiar al extranjero había sido la mejor manera de huir de casa. Fue precisamente
durante sus estudios que conoció a Ezequiel, un joven popular por su desempeño
deportivo quien había crecido sin una figura paterna. No tardaron mucho en
enamorarse y en vísperas de su graduación habían tomado la decisión de casarse
y formar una gran familia. Sin embargo, no tardaron mucho en darse cuenta que había
problemas en Mariana, los cuales le impedían poder quedar embarazada.
Cuando finalmente Mariana quedó embarazada de Elizabeth, después de sus
abortos anteriores temía mucho que no se lograra su bebé, así que solicitó el
permiso para estar en casa y cuidad de su embarazo, asistía al médico
constantemente víctima de su temor e inseguridad y procuraba estar en completo
reposo, ¡No es que hubiera complicaciones! Pero su temor a perder a Elizabeth
le llevaba a tomar extremas precauciones.
Desde que nació Elizabeth todo cambió, pues ella se vivió la razón de
vida de sus padres. Creció en medio de comodidades pues sus padres eran profesionistas
destacados, sin embargo, debido a la profesión que ejercían tenían que pasar
largas jornadas de trabajo, por lo que Elizabeth creció bajo el cuidado de una
nana a quien contrataron para cuidar de ella y quien se volvió parte de la
familia.
Al crecer, Elizabeth fue a una excelente universidad, donde conoció a
Esteban, un joven humilde y esforzado, siempre atento y muy servicial, Esteban había
crecido en una granja, Sus padres no eran dueños, simplemente eran los encargados
de cuidar la granja, desde niño aprendió a hacer todo lo relacionado con los
trabajos de la granja y se volvió una persona indispensable en el manejo de la
misma, había conseguido una beca para poder estudiar la universidad pues con sus
recursos no hubiera sido posible.
Cuando conocí a Esteban me pareció un joven formidable, es de esas
personas que rápidamente se ganan tu confianza. Constantemente Esteban traía a
la memoria a sus padres, lo primero que noté fue su necesidad de hablar de ellos,
eran su más grande inspiración, su madre una mujer hogareña y dedicada, ama de
casa quien literalmente vivía en la cocina preparando la comida para alimentar
a cada persona que trabajaba en esa granja. Dios me dio la oportunidad de
ministrarles y acompañarles durante el proceso de ir al altar y dedicar su
matrimonio.
Cuando Esteban y Elizabeth decidieron casarse, estaban ilusionados con formar
una gran familia, Elizabeth encontró en esteban a un hombre protector y responsable
a quien le gustaba estar cerca de ella, todos hubieran apostado que serían un
matrimonio ideal.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando empezaron a tener conflictos
como pareja.
Elizabeth no había cocinado hasta el día después de la noche de bodas,
ella prefería traer la comida del centro comercial y solo calentarla. No sabía
mantener la casa en orden, prefería pagar a alguien para que viniera ocasionalmente
a hacer el aseo, lo cual frustraba a Esteban pues en la mente de él, Elizabeth debería
levantarse muy temprano para hacer un rico desayuno y preparar café para pasar
un tiempo juntos antes de salir a trabajar, y al regresar, el esperaba
encontrar su casa preparada con una rica cena donde pudieran charlar acerca de
su día; Sin embargo en ocasiones al llegar a casa encontraba a Elizabeth
frustrada metida en sus redes sociales sin la más mínima idea de que preparar
de cenar.
Esto comenzó a lastimar su relación, Esteba se refugiaba en su madre a
quien le hablaba casi todos los días para decirlo lo mucho que extrañaba la
vida en la granja, pero sobre todo la mesa de mamá.
Los conflictos y la distancia cada vez eran más frecuentes, esteban prefería
irse con sus amigos después de trabajar mientras en casa Elizabeth
experimentaba un fuerte sentimiento de vacío y soledad. Lo cual le traía a
nuestra consulta.
¿Cuál es el problema de tras de esta historia?
La respuesta es simple Elisabeth y Esteban no habían sido preparados
para el matrimonio y eso estaba a punto de costarles su relación.
¿Cuál Había Sido la causa?
Una madre sobre involucrada.
Por un lado, Elizabeth había recibido la carga emocional de Mariana, que
desde que estaba en el vientre, trato de sobreprotegerla debido a su gran carga
de inseguridad derivada de su relación con su propio padre quien abusaba de
ella psicológica y físicamente, la llenó de regalos debido a su sentimiento de
culpa para compensar su ausencia y la privaron de desarrollar su carácter como
mujer. Por otro lado, su padre estaba más involucrado con su trabajo que carecía
de tiempo para estar con ella, su ausencia se volvió un vacío y soledad desde
pequeña, para Ezequiel, Padre de Elizabeth no era fácil saber ser padre pues había
carecido de uno desde su infancia.
Por otro lado, Esteban, tenía a
otra madre sobre involucrada, quien había aprendido a vivir para sus hijos,
ella confundía amor con dependencia, Esteban inconscientemente dependía de su
madre, por eso mantenía un vínculo muy estrecho hacia ella.
Aplicación:
Nuestras heridas emocionales nos hacen ligarnos a nuestros hijos, confundimos
amor con dependencia, y al hacer esto les incapacitamos para volar cuando llega
su tiempo de hacerlo. ¡Cuántos padres no se sienten realizadas cuando ven que
sus hijos dependen de ellos! Verse como necesarios en la vida de sus hijos es
una necesidad emocional que se paga a un gran precio pues muchas veces llegar a
perder trabajos, amigos y hasta sus propios matrimonios.
El rey David cuando pensó en un hogar bendecido dijo:
3 He aquí,
herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del
valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
SALMOS 127 1-3
Pongamos atención en la siguiente figura: “Como saetas en manos del
valiente” Si ponemos atención el éxito de la vida de nuestros hijos tiene 2
fundamentos, lo que son y en manos de quien están. Pero al mismo tiempo lo que
son depende de las manos en quien están, es decir quien los ha formado; En la antigüedad
el guerrero era responsable de fabricar sus propias flechas, dicha labor no se
la confería a nadie pues era un asunto de vida o muerte ya que la flecha o saeta
debía tener las características necesarias como peso, diámetro y longitud para
poder dar en el blanco con mayor facilidad. Esto le llevaba a invertir
suficiente tiempo en fabricar sus flechar antes de salir a la guerra.
Sin embargo, la calidad de una flecha no sirve de nada sin la
experiencia de un buen arquero, capaz de sacar de ella lo mejor haciendo que
esta de en el blanco para no ser una inversión sin beneficio, por eso el
arquero encontraba gozo al poner una de sus flechas en un excelente blanco pues
eso la traía gloria a su persona.
De igual manera, Dios pone en nuestras manos la vida de nuestros hijos
para que seamos intencionales en prepararles para la vida, mientras son niños están
en nuestras manos, pero un día cuando sea el tiempo de salir de casa para
enfrentar sus propias batallas entregamos nuestras saetas en las manos de
nuestro Dios quien sabrá hacer de ellos lo mejor.
Recuerda.
Dios nos ha dado el papel de tirar de la cuerda para que nuestra cometa
vuele. Sin embargo ¡No somos nosotros la cuerda, solo tiramos de ella! Dios ha puesto en nuestra mano la vida de
nuestros hijos para hacer de ellos las mejores saetas capaces de dar al blanco
y las mejores manos donde pueden obtener lo mejor de sí mismas no son nuestras
manos como padres sino las manos de nuestro Dios.
¡Lo que importa es lo que son y en las manos de quien están!
Es importante que mediante nuestra relación con nuestros hijos les
preparamos para la vida.
Enseñémosles cada día, a ser un poco más independientes, a manejar
mejor sus emociones, a ser más competentes, a cuidar su propia autoestima, e
elegir sus pensamientos, a desarrollar nuevas disciplinas, a valorar y administrar
su vida y cuando llegue el momento de volar entreguemos la cuerda en manos de
Dios para que él les lleve más alto.
Preparemos nuestra cometa para volar, formemos a nuestros hijos para
enfrentar la vida.
A manera de reflexión.
¿Cómo estas preparando a tus hijos para enfrentar la vida?
¿Has una lista de aquellas cosas que necesitas corregir?
¿Hay algún sentimiento en tu vida que este manipulando la crianza de
tus hijos como Ira tristeza, soledad, culpabilidad, etc.? Si es así, pide Dios sabiduría
para guiar tu propia vida emocional y proponte superarlo.
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